Durante los breves minutos que duró la jota, el público asistente al incidente creyó entender una velada amenaza al alcalde sobre la existencia de presuntas "ilusiones nocturnas" que podrían poner en dificultades su futuro político.
Al acabar la jota el alcalde y el cantador se fundieron en un abrazo con lo que la aparente crisis desapareció de la misma manera que las tartas de chocolate presentes en las mesas.
BUENA JOTA SI SEÑOR,NO LA HABIA OIDO Y ME HA GUSTADO, BRAVO POR NUESTRO TENIENTE DE ALCALDE ,QUE CANTA CADA VEZ MEJOR.
ResponderEliminarFELICIDADES POR ESTA IDEA TAN ESTUPENDA,HABER SI PONEIS MAS COSAS,QUE SE AGRADECE
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